Desde la antigüedad hasta el presente, el territorio de Uzbekistán (Sogdiana, Khorezma y Maverannahr) siempre ha sido un lugar de descubrimientos asombrosos para los visitantes de esta tierra. Los problemas de seguridad, la libertad de movimiento de los comerciantes y de los peregrinos eran de la mayor importancia para los gobernantes de todas las dinastías. La famosa "hospitalidad oriental" aquí no son solo palabras. Esta es una filosofía popular genuina que nos ha llegado a través de los siglos.
Hoy en día, Uzbekistán invita a los visitantes a conocer monumentos antiguos, ciudades de la Gran Ruta de la Seda y a experimentar el ambiente de épocas antiguas. ¡Disfrute de la arquitectura única de Samarcanda, sumérjase en su gloriosa historia! ¡Verá la belleza de Bukhara que ha cautivado durante siglos la imaginación de los viajeros! Visite los misterios de Khorezma y de Khiva, cuna del zoroastrismo: fue aquí donde se escribieron las primeras ghatas (himnos) del santo Avesto.
La diversidad de la naturaleza y la exuberante combinación de las atracciones naturales de Uzbekistán, como son los desiertos, estepas, oasis y valles, determinaron la historia de Asia Central: se generó una compleja interacción cultural entre los pueblos nómadas y sedentarios. Este es el verdadero orgullo de la tierra uzbeka, que presenta generosamente sus obsequios y belleza a sus queridos visitantes. Las estepas y las llanuras desérticas ocupan dos tercios del territorio de Uzbekistán. Por otro lado, las tierras fértiles están cuidadosamente rodeadas por las estribaciones y las montañas del oeste de Tyan Shan y la cordillera Gissar-Alay.
El rico patrimonio arquitectónico está formado por las famosas madrazas, mezquitas, mausoleos, hanaka (posadas para derviches), hammames (baños turcos), y caravanserais (casas de huéspedes para viajeros) decoradas con minaretes, portales estampados, bóvedas cónicas y cúpulas, todo de color turquesa. Esta es la herencia que nuestros antepasados nos dejaron. Varios gobernantes de Asia Central como lo fueron la dinastía turca, Tamerlán o los Khanes de Khiva crearon impresionantes obras maestras de la arquitectura, perpetuando sus nombres y dejando una marca inmortal en las tierras nómadas de Uzbekistán. La monumentalidad de las cúpulas que se elevan, los elegantes arcos de los portales de la madrasa y las torres de los minaretes que parecen alcanzar el cielo son las imágenes más inolvidables que los viajeros se llevan consigo, como los ecos más brillantes de los siglos pasados.
La arquitectura de Uzbekistán se caracteriza por sus edificios de increíble belleza. Como ejemplo, los caravanserais, antecedentes de los modernos hoteles. Aquí los viajeros, cansados con sus enormes caravanas de caballos, camellos y burros, podían hacer una parada después de un largo viaje.
¡La cultura de Uzbekistán es como un libro de cuentos orientales, que espera impacientemente a sus lectores!