Principales atracciones inmateriales - Top-6 de Uzbekistán: Hospitalidad, Cultura, Clima, Tradiciones, Cocina, Bazares Orientales

Hospitalidad uzbeka

Hospitalidad uzbeka

En las temporadas turísticas, residentes de varios países visitan Uzbekistán, pero solo con los viajeros de habla rusa pueden los uzbekos satisfacer plenamente una de las necesidades más importantes de su mentalidad: el deseo de "hablar de la vida". En Asia Central, a diferencia de lo que ocurriera con el árabe en el este, donde se convirtió en una especie de esperanto, los uzbekos, los kirguises, los tayikos, los turcomanos y los kazajos hablan en ruso, puesto que las lenguas nacionales, que no fueron suprimidas, aportaron sus peculiares notas a un idioma común que pudo mantener su pureza.

Desde cualquier ciudad rusa de la que, provenga el visitante, su interlocutor uzbeko será capaz de encontrar un nexo que los relacione: un pariente cercano o lejano, un amigo, un conocido o él mismo si alguna vez estuvo allí. A muchos turistas de Rusia también les invade la nostalgia de una juventud pasada en Uzbekistán . Y aunque al principio se encuentren con paisajes urbanos, mercados europeos limpios y una gran cantidad de automóviles extranjeros en las carreteras, una vez que se sienten en compañía en una pequeña y antigua casa de té, será cuando comprendan que sus viejos amigos no han cambiado en absoluto y siguen siendo tan hospitalarios, generosos y acogedores como siempre.

Quienes no han estado en Uzbekistán antes y se encuentren influidos por estereotipos, se sorprenderán al ver las bellezas locales modernas, la gran cantidad de clubes nocturnos y al disfrutar de precios tan atractivos. Más tarde, recordarán cómo no sólo se les mostró el camino, sino que también fueron llevados, acompañados, agasajados con tortillas de la panadería y manzanas del jardín, e invitados a tomar el té. Con el tiempo, los coloridos nombres y los hechos históricos narrados por el guía se borrarán de la memoria de los viajeros, pero el olor dulce del melón y el aire de la hospitalidad, inherente a esta tierra, seguramente serán recordados y permanecerán con ellos para siempre.

La hospitalidad de Uzbekistán no es ostentosa ni va dirigida a complacer o a obtener ganancias. Lo llevan en la sangre, en los genes, y el visitante será el interlocutor más deseado, a quien es interesante escuchar e invitar.

La cultura de Uzbekistán

La cultura de Uzbekistán

La cultura de Uzbekistán es muy antigua y sorprendentemente diversa. Su colorido se debe a haber acogido a muchos grupos étnicos en su territorio y a haber fusionado orgánicamente las costumbres y artes de los pueblos que conforman la Gran Ruta de la Seda.

Cada territorio de Uzbekistán tiene sus propias características nacionales, y sus rasgos distintivos y característicos, que se manifiestan en sus obras de arte, música, patrones o ropa permiten determinar con precision dónde fueron creadas. Pero toda esta diversidad tiene un denominador común: muchos días de arduo y delicado trabajo llevado a la perfección.

El patrimonio arquitectónico de Uzbekistán está compuesto por mezquitas, mausoleos, madrasas, hanakas, minaretes, cúpulas comerciales, palacios de gobernantes, fortalezas, casas de la nobleza y de la gente del pueblo y sorprende por su impresionante decoración, por su poder y tamaño. Muchas de estas construcciones están incluidas en los recorridos históricos de la Gran Ruta de la Seda y se encuentran protegidas por la Fundación UNESCO.

También Uzbekistán es famoso por su cerámica. Los principales centros cerámicos se encuentran en Tashkent, Khorezma, Rishtan, Gizhduvan, Samarcanda y Gurumsaray. Cada uno de ellos conserva las características únicas inherentes a una escuela en particular. Según el patrón, se puede determinar fácilmente el lugar de su fabricación y, en algunos casos, hasta reconocer la letra del maestro.

Durante el recorrido, todos pueden practicar distintas técnicas en los talleres de artistas reales: alfarería, pintura en cuero o en calabazas en Samarcanda, fabricación de marionetas, cuchillos y acuñación en Bukhara, o ver cómo se hacen a mano las alfombras de seda.

Las tradiciones de Uzbekistán

Las tradiciones de Uzbekistán

Las tradiciones de Uzbekistán son interesantes y coloridas. Los festivales nacionales, así como las bodas de Samarcanda, Bukhara y Khorezma van acompañados de muchas ceremonias increíbles y por supuesto, de bailes.

Hasta nuestros días, el baile nacional uzbeko se presenta en dos formas: folk (folclórico) y clásico tradicional. Los bailes populares son muy diversos: son formas líricas, dramáticas y divertidas con sus métodos plásticos y diferencias regionales, que necesariamente cuentan alguna historia épica. En los clásicos, son populares las escuelas de Khorezma ("Ufori makom"), Bukhara ("Danza de Makom") y Ferghana ("Kagga uyin").

El bordado se considera una artesanía tradicional para Uzbekistán, y Bukhara que es el centro de este arte. Los sombreros, batas y suzanes bordados en oro: manteles especiales o colchas hechas de telas naturales, hechas por bordadores de Bukhara según diseños antiguos, son mundialmente famosas, y el lujo y la riqueza de su patrón es increíble.

Asimismo, Uzbekistán es famoso por la producción de alfombras de lana y seda. La mayoría de ellas se fabrican manualmente con equipos antiguos de conformidad con la tecnología centenaria. La creación de un producto lleva meses de trabajo minucioso de varias artesanas, y los dibujos y adornos nacionales que llevan el simbolismo de Asia Central se transmiten cuidadosamente de generación en generación.

Otra tradición que todos los visitantes están invitados a disfrutar es el baño hammam de Bukhara. En Oriente, los procedimientos de baño son más que pureza corporal. Se equiparan con un ritual especial, que está diseñado para ayudar a descartar la vanidad cotidiana y limpiar los pensamientos.

Desde la antigüedad, se ha conservado el tradicional juego nacional Kupkari. Esta competencia ecuestre siempre ha sido un espectáculo grandioso y espectacular y se celebraba en honor al nacimiento del heredero del trono, el matrimonio, sunnat tuy (la circuncisión) o durante la fiesta de Navruz.

La cocina uzbeka

La cocina uzbeka

Como en muchos otros países, en Uzbekistán es tradición comer tres veces al día: nonushta el desayuno, tushlik ovqat – el almuerzo y kechki ovqat – la cena. Aún se conserva la tradición del respeto al pan y a los habitantes del país, cuando van de visita, ya que les encanta llevar una variedad de pan horneado con cebolla y carne y espolvoreado con semillas de kalinghi o sésamo.

Además, Asia Central tiene fama por su gran variedad de productos lácteos. Los más comunes son la leche descremada de leche agria que se llama “Qatiq” y que es como el requesón y la leche espesa al horno que se llama “Suzma”. El plato tradicional es el Pilaf y tiene muchas variedades. Prácticamente en todas las partes de Uzbekistán se prepara un plato especial que es único en su región.

En general, hay una buena cantidad de platos que adquieren una variada particularidad local. Por ejemplo, la “Samsa” (empanada rellena de carne picada y patatas o calabaza) puede tener una forma y un tamaño completamente diferentes, y los pinchos, que se cocinan en diferentes áreas, varían también mucho, tanto en la forma de preparación como en las propiedades de su sabor.

Otra hermosa tradición oriental es la ceremonia del té. Su preparación, servicio y consumo no estará completa sin el pan, samsa, halva, frutos secos y todo tipo de platos fritos u horneados.

A pesar de las tradiciones centenarias, hoy en día, la cocina uzbeka tiende a inclinarse por una opción más dietética, se aleja un poco de los cánones y tiene más en cuenta las necesidades modernas. No obstante, el arte de cocinar de Uzbekistán y los famosos platos nacionales han ganado gran fama fuera del país.

Los Bazares Orientales de Uzbekistán

Los Bazares Orientales de Uzbekistán

Desde los tiempos de la Gran Ruta de la Seda, en Uzbekistán florece el espíritu de comercio. Los mercados orientales, como hace muchos siglos, están llenos de productos, de gente y de bullicio. Cada ciudad tiene su propio Bazar, un lugar donde la gente se ha reunido desde siempre para comprar o vender. Alrededor de las ciudades hay bazares especializados no menos famosos en donde se venden alfombras, gorras, joyas, pájaros o dónde incluso se venden exclusivamente caballos.

El país de los dulces es el Bazar «Siab» de Samarcanda. Ruidoso y enorme, escondido a la sombra de los monumentos y muy extendido, invita a hablar y bromear con los vendedores, probar el zumo recién exprimido, agrio y burdeo de la mora, que le manchará la lengua y las manos de color carmesí.

Un placer especial es caminar por los bazares del valle de Fergana. Los alegres y acogedores comerciantes le atraerán detrás de sus mostradores para charlar gustosamente o dejarse tomar fotos, y , cuando se les pregunta sobre cualquier producto, por ejemplo, sobre el arroz, les proporcionarán toda una clase tipo excursión completa e histórica, ya que realmente lo saben todo.

En la provincia de Chust, se encuentra uno de los bazares más antiguos. El artesano emplea una semana entera en hacer un producto, para después acudir al cruce frente al barrio (Mahalla) dónde se reúnen los compradores de todo el país. Después de todo, solo aquí se puede comprar un gorro auténtico de Chust, que se presenta como regalo y se usa en días festivos.

En Tashkent, se encuentran innumerables puestos multicolores con montañas de especias procedentes de todas las regiones de Uzbekistán, China, India o Emiratos. La mayor selección de especias se encuentra bajo la enorme cúpula del mercado de Chorsu y también en las hileras de puestos de Eskijuva. Se encuentra de todo, no existe especia que no se pueda comprar aquí..

Cada bazar oriental tiene sus propias características. Por lo tanto, el oro y las joyas se compran mejor en Bukhara; los sombreros y los calcetines de lana en Khiva; los frutos secos, los pasteles y los dulces en Samarcanda; y la cerámica, los cuchillos y la seda, en el valle de Fergana.

El clima de Uzbekistán

El clima de Uzbekistán

Uzbekistán se halla en el corazón de un complejo histórico y único de asentamientos de oasis y culturas nómadas que reflejan claramente la historia de Asia Central. La mayor parte de su territorio está ocupado por llanuras y estepas del desierto, que gradualmente crecen hasta las estribaciones de Gissar-Alay y Tien Shan, cuyos picos alcanzan los 4.500 metros de altura en las fronteras con Tayikistán y Kirguistán.

Desde la cima dominante del gran Chimgan, con una altura de más de 3000 metros, se abre el panorama

vertiginoso de las cordilleras de Ugam, Pskem y Maidantal, así como la zona turística "Chimgan oromgohi", que incluye una red completa de hoteles y cafeterías y ofrece gran variedad de servicios de recreación. Es uno de los lugares más apreciados por los turistas.

Desde el comienzo de la primavera hasta primeros de junio, el desierto de Uzbekistán está cubierto por una gran variedad de vegetación, siendo considerado este período, así como el que va de septiembre hasta principios de noviembre, el más agradable para viajar. El verano es bochornoso, con tardes relativamente frescas y bajo nivel de humedad, y el invierno es soleado y seco. Durante la temporada de esquí, el aire de las pistas se calienta a + 18°C y la capa de nieve permanece dura, por lo que puede haber abiertas y operativas muchas de las pistas de slalom y descenso.

También hay zonas climáticas especiales en Uzbekistán. Estas incluyen el lugar más emblemático de Asia Central: el Parque Nacional y la Reserva Natural de Zaamin. El descanso aquí puede clasificarse como turismo medicinal. Gracias a las nubes (cúmulos), incluso al sol, la temperatura habitual del aire es de aproximadamente +27°C, y el pico de calor no supera los +33°C. En Zaamin, se respira un aire increíblemente fácil de inhalar y fresco, y es precisamente este aire, que huele a hierbas y flores de montaña, el que acoge y envuelve a todos los que llegan hasta aquí.