JIVA
Jiva es la ciudad-museo al aire libre. La ciudad data 2500 años. En 1990, la UNESCO incluyó este lugar en la lista de Patrimonios Mundiales. La ciudad está situada a 30 kilómetros del centro de la provincia de Jorezma de Urguench.
Una de las leyendas dice que Jiva fue fundada en el lugar en el que Sem (el hijo de Noé) cavó a los pozos de agua de Keivah, que se llamaban Jorasmiya. Según otra versión de la leyenda, se considera que la población de Jorezma proviene de la unión del genio y de la bella mujer, expulsados de las tierras del profeta Salomón. Posiblemente, por eso en muchos cuentos y leyendas de Jiva, se dice que las fortalezas antiguas de Jorezma fueron construidas de la unión de los genios, y que por eso, los muros son tan majestuosos e inabordables.
La historia: los monumentos y los puntos de interés de Jiva
Jiva era uno de los puntos básicos geográficos de la Gran Ruta de la Seda. Su destino era convertirse en el centro del janato de Jiva, ser destruido varias veces y reconstruirse de nuevo. A los comerciantes de Jorezma, les esperaban en distintas ciudades, y se consideraba que las mejores pieles y telas venían tradicionalmente de Jorezma. A pesar de que el aspecto de la Jiva moderna nos muestra el período del janato de Jiva, las excavaciones arqueológicas demuestran las diferentes fases culturales pertenecientes a los siglos antes de Cristo.
Jiva posee dos ciudades, Ichan-Kala (la ciudad interior) y Dishan-kala (la ciudad exterior). Muchos monumentos de Jiva están concentrados en la ciudad interior, o sea en Ichan-Kala. La fortaleza de cuatro puertas orientadas hacia las cuatro partes del mundo, son para la comodidad de las caravanas, pero aquí no acaban los lugares más emblemáticos de Jiva.
Los monumentos más famosos de Ichan-Kala son el Kalta-Minor, el minarete del Islam-Jodzha, la Dzhuma-mezquita y el mausoleo del fortachón Majmud, un santo protector de Jiva, atleta y poeta.
El Kalta-Minor fue ideado como la construcción más grande en el antiguo Oriente. La base de la construcción se eleva a 14 metros y sobre esto, podríamos imaginar a qué altura hipotética llegaría el minarete. La historia cuenta que la construcción del minarete cesó con la muerte de Mujammad del Amin-Jan, ya que sus herederos no encontraron dinero para finalizar la construcción. Pero como es normal, nada ha pasado, si no lo dicen los cuentos y las leyendas. Según una de las versiones, el arquitecto prometió a los gobernadores de Bujará construir después de terminar la obra otro minarete más alto en la ciudad de Bujará. Por esta razón, arrojaron al maestro desde una altura de 26 metros desde la construcción inacabada. Es el único minarete en Asia Central que está adornado por completo de baldosas de cerámica.
Uno de los edificios más extraordinarios es la mezquita de Dzhuma (del Viernes) de Jiva. La singularidad de este edificio es que no tiene un patio interior. Sus bóvedas están apoyadas en 212 columnas esculpidas, cada una de ellas con un único dibujo y su historia. Dentro de la mezquita durante el día reína la mezcla insólita de luz y de sombra, que aporta frescor incluso en el día más caluroso. Las columnas están colocadas de tal modo, que se puede ver el Mihrab desde cualquier punto — el nicho que simboliza La Meca, hacia dónde deben dirigirse los creyentes durante la oración.
Jiva es una hermosa ciudad durante el ocaso y la noche. Su iluminación lacónica de color y de luz lunar transforman Ichan-Kala en una ciudad de cuento. Vagar por Ichan-Kala de noche es muy seguro, y de eso se aprovechan todos esos turistas muy curiosos. En la ciudad interior viven cerca de 300 familias, que realizan muy bien las artesanías públicas, normalmente el tallado de madera. Prácticamente cada casa de Jiva está adornada con puertas esculpidas y fabricadas por maestros locales.